Cierto

1. El nivel de claridad y climatología del día, así como el color del coche es inversamente proporcional a las luces que lleva puestas el automóvil. Lo que viene siendo que si el día está oscuro, lluvioso y el coche es negro, éste circulará con las luces apagadas (excepto en ciudad donde pondrá incluso el antiniebla delantero).

2. El 90% de los coches que van detrás de ti con las luces puestas tendrán, al menos, un faro mal regulado para deslumbrarte por el retrovisor.

3. Cuanto peor sea el coche del individuo/a, el personaje que lo conduzca irá más convencido de que su coche es más rápido que el Bugatti Veyron 16.4 Super Sport. A esto también contribuye positivamente el volumen y la música que lleva puesta.

4. A medida que disminuye el tamaño del vehículo, aumenta el espacio necesario para aparcarlo.

5. La velocidad a la que pasar los resaltos es mayor a medida que también aumenta el desconocimiento del verdadero dueño del automóvil.

6. La persona con la movilidad más reducida cruzará por el lugar más arriesgado.

7. El precio del coche debe ser inversamente proporcional al lugar donde se deje estacionado (Bentley Continental GT subido a una acera de un metro de ancho durante un periodo de tiempo relativamente largo; al menos, una hora).

8. Siempre que haya un coche en doble fila, debe dejarse otro en el carril contiguo y a la misma altura que el anterior para entorpecer lo más posible el tránsito de vehículos.

9. Por norma general, en caso de querer adquirir un coche para tunear, éste debe ser diesel y de, como máximo, 90 Cv. de potencia. Una vez esté en el poder del/de la susodicho/a, se deben añadir tantas piezas y aditamentos hasta conseguir que el coche pese y tenga un coeficiente aerodinámico tan elevado que, al moverse, esté cercano a ir en contra de los principios de la física.

10. Si se recrimina una infracción a otro/a conductor/a (mediante las luces largas o tocando el claxon), éste/a protestará de manera más escandalosa cuanto más parda la haya liado.

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