1/3/11

Mi compañero de piso cada vez está peor...

Os voy a contar la experiencia que vivo desde hace 5 meses.

Decidí marcharme del piso de mis padres, necesitaba tranquilidad para mis estudios, y tener un pedazo de intimidad, alejarme de una etapa que había llegado a su final.

Vivo en Barcelona, y mi intención era encontrar un piso de alquiler, barato, y que mereciese la pena, el presupuesto era escaso, pero mi capacidad para adaparme lo suplía con creces.

Finalmente y tras un par de meses de búsqueda, di con lo esperado, ofrecían una oportunidad irrechazable, la oferta hablaba de que allí ya vivía un tipo, pero que el piso contaba con dos habitaciones libres.

No me lo pensé y me hice con una de ellas.

Estaba mucho mejor de lo que me esperaba, por lo que me alegré enormemente de haberme decidido a hacerlo.

La primera vez que coincidí con él, no me causo ningún tipo de impresión, era alto, bastante gordo, rapado al dos, y prácticamente no hablaba, aunque cuando lo hacía tampoco entendía realmente nada.

Los primeros días fueros de adaptación, de supervivencia, estás en un sitio nuevo, con un compañero desconocido, por un lado te sientes un poco más libre, por el otro cohibido por la falta de confianza con el entorno.

Con el paso del tiempo, el piso me fue convenciendo, pero mi compañero me fue acojonando, tenía una serie de manías un tanto extrañas.

Para empezar, le pillé tres veces duchándose con el bañador, siempre me respondía lo mismo al abrir la puerta "Soy tímido!", y soltaba la manguera para taparse sus partes, partes que ya estaban tapadas por el mismo bañador.

No quise darle muchas vueltas, cada uno tiene sus costumbres, y hay que respetarlas.

Pero aquellos detalles se fueron intensificando.

Recuerdo un día que se trajo a sus padres, por mi no había problema alguno, al contrario, pero tenían una relación un tanto especial, mandó a su madre a la cocina, ella estaba realmente encantada, traté de decirle que no hacía falta, que era cosa nuestra, que nosotros nos ocupábamos, todo de muy buen grado, pero no se lo tomó bien, me dijo que la dejara en paz, cosa que me asuto, y me hizo plantearme la situación con cierto miedo. Después de casi sentirme obligado a colocarme la servilleta sobre las piernas, y a no apoyar los codos sobre la mesa, acabamos de comer y se puso a fregar toda la casa, no podía permitírselo, por lo que volví a insisitr en que no hacía falta, me dijo que o dejaba de acosarla o "Mi marido te va a soltar un par de guayas, malnacido...", decidí no intervenir más.

Su padre era un tipo curioso, pies en la mesita, espachurrado en el sillón, y puro en las manos, sólo me dirigió la palabra para preguntarme si su hijo había llevado alguna "gachís".

Le dije que no, todavía no lo había hecho.

Pero lo hizo.


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Era exactamente igual que él, salvo por el rapado, y porque ella llevaba sujetador.

Me la presentó, tampoco la entendí demasiado y me marché a mi cuarto, les dejé intimidad para que disfrutaran relajadamente de la noche.

Y lo hicieron, se la pasaron entera follando como no si no hubiese mañana, parecía una jodida matanza, me sentía acongojado en mi cuarto, cagado por si realmente uno de los dos estaba cometiendo un crimen y que de serlo la próxima víctima sería yo.

A la mañana siguiente evité decir nada, me preguntó si podía quedarse un par de días en casa, tenía mal rollo con su padres, le dije que si, que no había problema alguno.

En que momento acepté.

Se zampó media casa, supongo que no intentó comerse el mármol de la cocina porque debió intuir que no era dulce, se comió las reservas para toda una tercera guerra mundial, estoy convencido de que vino antes de la hibernación, que aquello era el paso previo, llegué a verla cenar tres veces, e incluso marcándose un resupo.

Lo único positivo fue que duró exactamente eso, dos días, después desapareció, supongo que en busca de más comida, o una cueva.

Jamás supimos nada más de ella.

Con él, no mantenía mucha relación, una tarde le pillé masrurbándose en el sofá, con el audio del portátil a todo trapo, completamente desnudo y sentado sobre mi toalla, aquella fue nuestra primera bronca, bueno, más bien yo fuí el que le chillaba, él no decía nada, sólo asentía con la cabeza, me dio lástima y no hubo más.

Recuerdo que un día trajo visita, eran tres colegas, exactamente idénticos, parecían la fusion de todos los personajes de BBT combinados en uno y multiplicados por tres

Se pasaron la noche entera viendo la trilogía del señor de los anillos, mientras gritaban como locos cosas como "VAMOS ARAGORN!", "Por el poder de ....", y un nombre élfico que no recuerdo.

Yo mientras tanto trataba de estudiar para lo éxamenes, metido en mi cuarto, les pedí calma, pero les escuchaba reir como ratillas de laboratorio.

Pese a todo, jamás había habido ninguna discusión fuerte, ni siquiera por la manía que tenía de lavarse los dientes en la cocina, dejando el cepillo al lado de la pica, sumergido en un bol de cereales.

Pero el otro día fue demasaido lejos, y tuvimos nuestro primer encontronazo.

Eran las 3 de la mañana, escuché como volvía, había salido por ahí, no sé a donde,creo que venía de casa de un amigo, me desperté al escuchar la puerta, traté de seguir durmiendo, pero de golpe entró en mi cuarto, llevababa una especie de cobaya o no sé que cojones era, en las manos y estaba totalmente en estado de shock, chillando como un loco, más de lo que había hablado en todo el tiempo que hacía que le conocía, pidiéndome que le ayudase, que querían matar al bicho, se le había ido la cabeza por completo, me subí a la cama, le dije que lo apartase, me lo acercaba cada vez más, me subi al escritorio, tengo un miedo enfermizo a las ratas y a todos sus variantes, le dije que se pirara, todo eso a horas intempestivas y como colgados, comenzó a llorar, parecía un jodido niño, cara fetal del todo y acercándome la cobaya, pude coger unas bolas de calcetines que tenía colocadas sobre la mesa, para dejarlos guardados en su sitio y se los comencé a tirar, consiguiendo alejarlo, tirándole después el pantalón de un chándal y una bufanda, hasta que al final se salió y cerré con el pestillo.

La noche trascurrió con calma, hasta que al levantarme a la mañana siguiente, no estaba, así que hablamos al mediodía cuando regresó, me dijo que era de un amigo, que su madre quería matarlo y que fue a buscarlo para esconderlo, que se había bebido una cerveza y que le había subido, le dejé las cosas claras y parece que lo entendió.

No fue nada bestial, pero aquella situación no fue agradable.

Si todo va como nos han contado, el lunes viene un compañero nuevo, es uno de los motivos que me animan y me hacen no empezar a buscar una salida, ya veremos.

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Hace unos minutos, mientras comíamos en el sofá con los Simpsons de fondo, hemos mantenido nuestra primera conversación seria.

He intuido que lo era, por la claridad con la que le entendía, sin dificultades, hablaba pausado, demasiado tal vez, pero comprendía cada palabra, algo novedoso, me veía en la obligación de prestarle atención.

Oye, estoy algo preocupado con lo de mañana...
Mañana?
Si, con lo del tío nuevo...
Y si es un loco,...o un psicópata, tu y yo tenemos una relación buenísima, como para que un chalado la estropee...
...
No te preocupes, no creo que sea para tanto... (Interiormente mi cabeza pensaba algo muy diferente, en concreto, esto "Que me estás contando, gordo zumbado!!)
...
Y si es sonámbulo?
Yo una vez escuché que los sonámbulos son a la vez unos enfermos del sexo, y si comienza a tocarnos?
Puedes dormir con el bañador...
...
Me tendré que poner una camiseta...
Una camiseta?
Si, imagínate que me ve en la ducha sin ella...
Es lo que tiene ducharse, no? Sueles meterte desnudo...
...
No me gusta nada la idea de que venga nadie...
Bueno, no le des más vueltas, nos apañeremos...
Y si trae tías?
Que problema hay?
Tu también trajiste una, y yo de vez en cuando he traido también...
Ya, pero y si se quedan a dormir, y son sonámbulas como él...
Él no es sonámbulo, ni siquiera sabemos quien es él...

Como toque mi colección de Mortadelo....
Tu habitación tiene pestillo en la puerta, lo pones y listo, se acabo el rollo...
Yo nunca pongo el pestillo, me da miedo que después no pueda abrirse...
...
En serio, seguro que es un tío majo...
...
Seguimos comiendo tranquilamente, como si nada, cada uno a lo suyo, degustando el sabroso arroz a la cubana, que yo mismo había preparado, hasta que de nuevo salió de su trance, y volvió a la carga...

Y si nos cambia el desodorante por amoniaco?
Como va a hacer eso?
Pues abriendo el frasco y rellenándolo, eso puede pasar, no es tan extraño...
De verdad, le das demasiadas vueltas...
Alfredo nos dijo que era un tío joven, será un estudiante más, con sus cosas como todos, pero no un chalado como lo pintas...
Como me toque los libros de Mortadelo...
...
Mis padres podrán seguir viniendo a verme?
Claro,...si, podrán seguir pasándose algun día...
Y si a mi madre no le cae bien? Mira lo bien que le caes tu, es como una madre para ti...
Si, bueno...
Eso si que no podría aguantarlo...
Podemos comprar un castor, para que nos defienda...
...
Mira hacemos una cosa, si vemos que no nos gusta, hablamos con Alfredo y como tenemos buena relación, le pedimos que lo largue de aquí....
Vale, me parece bien...
...
Te vas a comer el plátano?
Claro, tío, para eso me lo he puesto...
Vale...


Y siguió embobado, con la mirada fija en el televisior, mientras yo le daba vueltas a todo lo hablado, como podía preocuparse él, si es un jodido chalado, y yo, qué? Nadie se preocupa por mi, podría acabar viviendo con dos asesinos en potencia.

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Bueno, pues ya conocemos a nuestro nuevo compañero, a eso de las 12 nos lo han traído, como si fuese un paquete de correos.

El gordo llevaba esperando delante de la puerta desde que se ha levantado, ni siquiera ha desayunado, raro ver su cepillo nadando en el bol de cereales.

Yo he aprovechado para estudiar, pero la curiosidad ha podido conmigo, y he salido a primera fila, cuando he escuchado la puerta.

Venía acompañado de Alfredo, nuestro casero, un tío cascarrabias, viejuno y con pinta de torero jubilado.

"Bueno, pues este es tu nuevo hogar, ahora ya sólo tienes que conocer a tus compañeros,...Mira! Si tienes al gordo esperándote, la mitad del trabajo hecho,...ahí te quedas, me voy a tomar un carajillo..."

Fue entonces cuando apareció en escena, os lo juro, físicamente era idéntico a Lupin, no sé si sabéis de quien os hablo, pero era una copia exacta, mismo corte de pelo, patillas, cuerpo de insecto palo, y alto, bastante alto.

Además de esas similitudes físicas, tenía una extraña forma de caminar, al estilo Ranger de Texas, como si hubiese venido en caballo, en un primer momento se ha quedado quieto cerca de la puerta, con los pulgares metidos dentro de los bolsillos del tejano, y con una pose semi encorvada, observando el panorama con atención.

Ha sido el gordo el que se ha dirigido hacía él. Y por como ha reaccionado, queda claro que le ha hecho lo que suele hacer siempre en estos casos, apretarle la mano como si fuese un jodido abrenueces, al principio a mi me hacía lo mismo, su madre es igual, hasta que aprendí a saludarle desde la distancia, sin contacto físico.

"Hola, yo soy Oscar..."
"Yo me llamo Pedro, pero prefiero que me llaméis Peter,...o Pete, que es más estiloso..."
"Vale Pitre..."
"..."
Después de aquello, me he acercado para presentarme, cuando se ha aproximado, me ha susurrado al oído:

"Oye el gordo me ha intentado romper la mano?"
"Ah, no te preocupes, está un poco nervioso..."

Hechas las presentaciones, nos hemos quedado quietos los tres juntos, sin decir nada, durante cuatro minutos, lo único que de vez en cuando rompía el silencio era el "Bueno,...pues ya estoy aquí", que soltaba Lupin cuando la situación se volvía demasiado molesta.

Creo que he contado unas siete veces, al final el mismo Ranger nos ha sacado del bucle espacio-temporal en el que nos habíamos metido.

"Oye, dondeestá el meatril?"
"El qué?"
"El meatril, la vaciera,...ya sabes..."
"..."
"Creo que se refiere a la nevera..."
"Preguntas por el lavabo, no?"
"Claro, tío,...tengo que descargar ya el hueval, que me rebosa..."
"Es esa puerta..."
"..." (Y hasta allí se ha dirigido)
"A que era la nevera..."
"Que va a ser la nevera, no ves que se ha metido en el baño..."
"..."
"Bueno, que te parece?"
"Hombre, es pequeño, pero tenemos bidé..."
"El lavabo no, cenutrio..."
"Él, que te parece él..."
"Camina un poco raro..."
"Si, es un flipado..."

En ese preciso instante, Peter, Pete, o Lupin, como queráis llamarle, salió del baño, y dejamos aquella apasionante conversación a medias.

"Oh como lo necesitaba,...me estaba ardiendo ya la pelambrera y todo..."
"Oye tenéis una cortina del Scooby Doo..."
"Si, la trajo mi madre..."
"Te cae bien mi madre?"
"Qué?"
"Nada, es una broma que hace siempre..."
"Ves dejando tus cosas si quieres, mira tu cuarto es aquél..."
"Bueno,...pues dejaré mis cosas, y le pegaré una llamada a mis nenas..."



El orden de las habitacion es el siguiente, la primera es la del Gordo, la del medio la mía, y la última la de Lupin.

De nuevo estabamos los dos solos en el pasillo.

"Le gustarán mis libros de Mortadelo..."
"Por?"
"Porque seguro que sus hijas también los leen..."
"Hijas? No se refería a sus hijas, se refería más bien a sus chicas..."
"..."
"Voy a ir al lavabo a revisar los desodorantes..."
"Ala, pues corre,...pero no te lo eches en los ojos..."

Lupin salió del cuarto, cuando el gordo entraba en el lavabo a revisar cada uno de los botes de desodorante, temía que en su visita anterior, hubiese cambiado el contenido de cada uno por amoniaco.

Es algo habitual en estos casos.

Pedro, o Pitre como le llamaba el miembro del CSI, llevaba el móvil en la mano, y su gesto indicaba que no había tenido mucho éxito con la llamada, además de que sus andares cada vez eran más pronunciados, esa manera de caminar sólo tenía dos posibilidades, o bien venía del lejano oeste, o había sido follado por todo el equipo de los Memphis Grizzlies.

"No lo cogen,...estarán trabajando..."
"Como andáis de chochetes por aquí?"
"De ch...bien, bueno, ninguno tenemos pareja ahora mismo..."
"No, yo tampoco,...bueno, miento, la verdad es que me estoy follando a una pareja de morenas...jajajaja"

(Se reía como el jodido perro pulgoso, además tenía la manía de darte un codacito cómplice, el problema es que no medía demasiado su fuerza, y mi omóplato me estaba pidiendo piedad, a todo esto, se escuchaba de fondo el típico Pshhhh, de los desodorantes, procedente del lavabo)

"No os preocupéis, este pisito se va a convertir en un criadero de almejas,...yo me encargo del material, pero la follada se la tenéis que meter vosotros, eh? Que yo con 3 o 4 puedo, pero con 6 ya no me dejan las piernas,...jajajaja" (De nuevo codazo)
"Si,..."
(Pshhhh!)
"Que hace el gordo?"
"Nada,...creo que está arreglándose,...es un tío muy,...limpio..."
"Oye, este es como el último metro, no?"
"Como el último metro?"
"Si, vaya, que viene con mucho retraso quiero decir..."
"Ah, no,...sólo es tímido..."
"Tímido? Eso lo soluciono yo con un par de chochos!..."
"No se hable más..." (Palmada en el hombro, definitivamente a tomar por el culo el omóplato)

"Esta noche os venís de party conmigo, un Nasty Mondays!..."
"Yo estoy de exámenes...y ando liado y eso..."
"Que si coño! Que que nos vamos de pesca, que allí son todas muy guarras, bueno, allí y en cualquier lado, pero aquello esta abierto esta noche..."
"No sé..."
"Ya verás, pregúntale a este..."

(En ese preciso instante salía el gordo del baño, con la camisa empapada, unos manchurrones gigantescos, se había echado todo el desodorante encima...)

"A que esta noche tienes ganas de meterla en mostaza?..."
"..."
"Mostaza?"
"A mi me gusta la mostaza,...como lo has sabido?"
"Se lo has dicho tu?" "Yo le pongo mostaza a todo, y pan rallado..."
...
"Jajaja que cabrón el Jordi..."
"Oscar..."
"Eso, el Oscar..."
"Bueno, pues me voy a comer por ahí con unas nenas, ya a la tarde me paso por aquí, y nos vamos de marcha, que hay que estrenar la casa con una buena follada!"
"Dale recuerdos a tus hijas!"

Después de aquello le plantó uno de sus manotazos cómplices al gordo, pero este se la devolvió, casi se lo carga, menos mal que se lo tomó a cachondeo, se partía como el perro de Satanás...

"Me cae bien, me va a traer mostaza..."
"No te va a traer mostaza, se referia a,...da igual, es un flipado..."
"No vamos a ir, no?"
"A donde?"
"A Nasty Mondays..."
"Que es eso?"
"Una fiesta que hacen todos los lunes,...yo tengo que estudiar, además que no pintamos nada con ese actor porno frustrado, es capaz de liarnos, y me veo durmiendo en el rellano..."
"Yo una vez me quedé dormido en el rellano, y un vecino me puso el felpudo por encima..."
...
"No vamos a ir y punto..."
"Voy a llamar a mi madre, a ver si le ha caído bien!"

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Lupin regresó a media tarde, supe que estaba en casa cuando desde mi habitación escuhé gritar al Gordo "Soy tímido!!!", se estaba duchando, y si, le habían abierto la puerta.

Poco después se acercó hasta mi cuarto.

"Oye este tío se ducha vestido?"
"Si,...son manías de su família..."
"..."
"Ah,..bueno, he estado hablando con dos nenas para esta noche, así que os venís, si o si..."
"Yo tengo que estudiar, y todavía me queda mucho..."
"Para estudiar siempre hay tiempo, las noches son para las buenas folladas!"
"Así que no se hable más, te vienes y punto, se lo voy a decir al gordo..."

Cerró la puerta, y a los pocos segundos, volví a escuhar de nuevo aquél grito "Soy Tímido!!".

Al final tomamos la decisión de ir, pensé que evadirme me sentaría bien, además no veía al gordo tan ilusionado, desde que aquella china se equivocó con el reparto y nos dejó dos bolsas cargadas de cerdo agridulce.

Hablando de repartos, encargamos unas pizzas, el mismo gordo se ocupó de abrir, llevaba una camiseta de coby que parecía envasarlo al vacío, y una toalla enrollada al cuerpo.

La cara del chico que nos trajó la cena era un poema, menos mal que el gordo supo explicárselo "Es que esta noche voy a por chochos".

Lupin se encargó de vestirlo, le escogió la ropa y lo convirtió en algo parecido a él, incluso yo diría que todavía más hortera.

Cuando le vi salir del cuarto en el que se vestía, supe que aquello sólo podía terminar de dos maneras, o mal, o muchopeor.

Os describiré su indumentaria:

Una camisa con piñas dibujadas y cuello alzado, al más puro estilo Magnum, bueno, al estilo Magnum si no se hubiese cuidado en toda la serie y si además se hubiese hinchado a McMenus en cada comida.

Unos pantalones de pana marrones, y unos zapatos negros.

Quien vive en una piña al lado de mi sofá!!?

EL GOR-DO DEL OS-CAR!

Menuda imagen.

"Ya te gusta como vas?"
"Me ha dicho que así las nenas se vuelven locas,..."
"Y yo quiero caerle bien a sus hijas..."
"Ponte al menos una chaqueta encima anda..."

Nos comimos las pizzas mientras veíamos los deporte de cuatro, espachurrados en el sofá, bueno, salvo el gordo, que tenía apoyada la suya en la mesita, para poder echarle cada vez que quiese mostaza y pan rallado por encima.

Mientras tanto, Lupin trató de explicarnos ese prometedor plan que podía visualizar en su cabeza.

"Chavales, son dos nenas de explosión, del tipo peta zetas, ya sabéis, que les da igual que les acabes en la boca, o en las tetas,... así que son un filón en el mundo del sexo variado. Yo ya me las he follado, y tengo que deciros que son unas tigresas, el problema es que conmigo no tienen aguante, yo puedo estar cerca de 3horas y media sin eyacular, y ellas no resisten ese empuje, por eso pensé en vosotros, en mis compis de piso, para vostros hoy serán como esclavas, yo ya me buscaré alguna durante la noche. A mi me va más el sexo experimental..."

"Yo me he corrido en la ducha para aguantar más..."
"Con el bañador y todo?"
"Si, pero luego me he quitado los restos con la esponja..."

Lupin se encargó tambien de las bebidas, tenía unas bolsas guardadas en su habitación, comenzó a sacar alcohol a mansalva, preparándonos según él "Los cócteles más selectos que probaréis en vuestra puta vida".

Si al ron con cocacola le llamaba selecto, me podía esperar cualquier cosa de la noche.

El gordo traga sin control, lo realmente curioso es que no le afecta, ni su apariencia, ni su conducta se ven alteradas, quizás el alcohol se pierde entre tanto cuerpo por emborrachar.

"Oye, yo no beberé mucho, que mañana tengo que ponerme a repasar y no quiero tener resaca..."
"Resaca? Eso es un cuento chino, batido de claras de huevo con un toque de kas naranja, y mano de santo..."
"Casi que prefiero la resaca..."

En mi, el alcohol si que actúa con rapidez, al primer cubata comencé a sentrime incómodo, calores, rojez, inestabilidad, decidí seguir el viejo truco del "cubata eterno", fingir que bebes, cuando lo único que haces es mojarte los labios.

Que ritmazo llevaban los dos, parecía una competición, Lupin cogió al gordo del cuello, y se colocó frente con frente, en señal de hermandad, el le soltó un sutil toque de cabeza, que lo mandó al suelo, le daba igual, se descojonaba como una rata masturbada.

"Bueno chavales, es hora de ir a por nuestras almejas, mañana por la mañana esto no tiene que oler a resaca, sino a requesón!"

Ambos alzaron los brazos, y emitieron un ligero gruñido, era la señal de una batalla que podíamos dar ya por perdida.

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Llegamos a la cola, y cogimos sitio, hacía un frío de cojones, y aquellas chicas todavía no daban señales de vida.

"Se retrasan estas putas..."
"A lo mejor están acabando de cenar..."
"Si son las dos de la mañana..."
"Mi ex cenaba a las dos..."
"Si,...pero por quinta vez..."

La gente avanzaba, y allí no aparecía ni cristo, no estabamos muy lejos ya de la entrada.

"Donde cojones se habrán metido..."
"Mira que les dije: puntualidad, que esto no una cópula express, que esto es una noche de colegas..."
"Y si no vienen?"
"Vendrán..."
"Pero y sino lo hacen?..."
"Pues improvisaremos, si puedo conseguir una nena para mi, puedo conseguir una para vosotros, hoy descargamos sobre hembra como que me llamo Pete Reyes!"

Sólo teníamos cuatro personas delante, éramos practicamente los siguientes, y cada vez era más evidente que no iba a aparecer nadie.

"Mira tío, yo paso, que estamos dando la pena..."
"Te rajas?"
"Las que se rajaron fueron ellas, si alguna vez existieron, claro..."
"Me tomas por mentiroso?"
"Claro que las había chaval...y menuda follada que tienen..."
"Algo les habrá pasado...ya me ocuparé de enterarme..."
"Se me han roto dos botones de la camisa, se me ve la barriga..."
"Que imagen Dios..."
"Vamos joder, que te consigo un chocho allí dentro..."
"Átate la chaqueta anda..."

Al final entramos, total, ya nos habíamos arreglado, no creía que pudiese ir peor.

Comenzamos a abrirnos paso entre la gente, hasta que nos quedamos justo en el centro, Lupin nos dijo que iba a por bebidas.

"Se me ha roto otro botón, ahora ya se me ve el ombligo..."
"Da igual, aquí nadie se fija..."
"Oye yo no se como se consigue un chocho..."
"No te preocupes, creo que ninguno de los tres tenemos mucha idea..."
"..."
"Cada vez me parece más flipado este tío..."
"Es buen padre..."
"..."
"Estoy seguro que se lo ha inventado. Dos nenas!? Folladas experimentales? Tiene pinta de pelársela más que un mono enfarlopado..."
"Tu crees que las tetas operadas podrían ser de sabores?"
"..."
"Vamos a bailar anda..."

Como se mueve el gordo, parece un jodido pingüino, únicamente mueve la cabeza bruscamente de atrás hacía delante.

La verdad es que algo de razón si tenía aquél fantasma, menuda panda de guarras, todas frotándose con todas, todas frotándose con todos, incluso algunas frotándose con el gordo, le sonreían, y le tocaban la barriguita como si fuese un rasca, además no dejaban de hacerse fotos con él, un motivo más para calificar aquella salida como una de las peores de la historia.

Después de un buen rato, Lupin regresó con nostros, llevaba el pecho totalmente descubierto, dejando entrever la tremenda pelambrera que nacía en todo su torso.

"Que, como va el rastreo? Habéis olido ya alguna trufa?"
"Trufas? Dónde?"
"A mi me gustan las trufas..."
"Jajaja, puto Jorge..."
"Oscar..."
"Eso..."

El gordo se alejó mientras repetía "Yo quiero mis trufas", le dejamos perderse, estaba en todo su derecho.

Nos quedamos sólos Lupin y Yo.

Me cogió del hombro, signo de camaradería, y comenzó a charlarme sobre una de sus cada vez más evidentes, fantasmadas.

"Aiii chico, tengo una esperándome en el baño,...buff, que cuerpo, que cuerpo! Le estoy haciendo la típica táctica del horneo. Le he dicho que me esperase allí, que en un rato volvía. Ahora esto cosiste en alargar al máximo la situación, para que cuando regrese con ella, tenga la almejita hecha al vapor...me entiendes, no? Jajajaja" (De nuevo aquella risa de perro diabólico)

Me quite su brazo de encima, y me separe un poco, me equivocaba, la noche si que podía empeorar.

"Que cojones está haciendo!?"
"Jajaja que amo es el puto Jose..."

Fui hacía él, estaba hablando con uno de los djs que hay pinchando sobre la plataforma, parecía incluso que quería subirse.

Cuando llegué a su altura, pude escuchar sus exigencias "Quiero mis putas trufas, y las quiero ahora" "Que no sé de que me hablas chaval, piérdete anda..." "Que me des mis putas trufas!"

Le cogí del brazo y me lo llevé antes de que nos echasen a patadas, se estaba poniendo demasiado violento, y la noche ya había sido suficientemente patética, como para acabar apuñalados en un callejón.

"Vámonos anda, que esto no tiene sentido..."
"Pero yo quiero mis trufas,...aquí todos tiene sus trufas..."

Lo saqué fuera de la discoteca, pensé en buscar un badulaque abierto y comprarle una minicaja de bombones, sino sería difícil controlarlo hasta casa.

Al encarar la primera calle, la más cercana al local, se nos acercó la que debía ser la madre de todas las prostituas, rondaba los 70, y estaba vestida como una zorra universitaria.

"Oye guapos, queréis que os haga la mejor mamada de vuestra vida?"
"..." (Tratamos de no hacerle caso)
"Eh gordito, vamos,... quieres que me coma toda tu pichilla?"
"..." (Pero no puede evitar que le siguiese la corriente)
"Tienes trufas?"
"Claro, mira que trufitas más ricas"

Después de aquello se abrío la camisa enseñándonos sus dos pezones fosilizados, seguramente anteriores a Adán y Eva.

"La madre que nos parió..."

La imagen ideal para acabar semejante noche.

Finalmente acabamos encontrando un puesto de venta 24 horas, donde le compré una cajita de bombones, aquello le sirvió como ansiolítico. Regresamos en el metro, parecía estar totalmente calmado, con su pose habitual y con restos de chocolate cubriéndole media cara, yo sin embargo, estaba hecho un cromo, sentía como mi cabeza no dejaba de dar vueltas, menuda mierda de garrafón nos metió el maldito Casper.

Cuando llegamos a casa, no aguanté ni un minuto más, cogí la directa hacía la cama y el gordo hizo lo mismo.

A eso de las seis y media me desperté, escuché unos ruidos extraños, un cabecero moviéndose sin control, acompañado por unos jadeos propios del trinchamiento de un pavo, salí a averiguar lo que estaba sucediendo. Al abrir la puerta me llevé un susto tremendo, al encontrarme al gordo quieto delante de la habitación de Lupin, tenía la puerta ligéramente abierta, y observaba con atención lo que ocurría dentro.

"Se puede saber que coño haces?"
"Se la está follando por el culo..."

Me asomé y que cojones! El puto flipado se estaba cabalgando a la ramera de las tetas arrugadas, al final había conseguido engatusar a un pardillo.

Bebí un trago de agua, me pillé unos tapones y le dije al gordo que se volviese a la cama.

"No, quiero saber como acaba..."
"Pues como va a acabar..."
"Seguro que al final es un alien y se lo come..."
"Tu mismo, pero te van a pillar..."

Y encima el voyeur llevaba una entrempada de cojones. Decidí irme a dormir, el se quedó visualizando la escena. Eché el pestillo de la puerta, y me quedé frito.

Esta mañana he tratado de levantarme lo más temprano posible, quería aprovechar para repasar un poco, no estaban, pero habían dejado una nota en la nevera.

"Nos hemos ido a pasar el día con unas nenas"
Muy propio de aquél fantasma.

Bajo aquellas explicaciones, el dibujo de un cocodrilo sonriendo.

Muy propio de aquel,...muy propio de aquel gordo.

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