26/3/11

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Os relataré la comida.La verdad es que ni siquiera la propusimos. La propuso la misma madre del gordo. Ella exigió una cena conjunta con todos los padres. Como si tuviese que conocer a sus jodidos suegros.

Mi padre no estuvo por la labor. Desde el primer momento me dijo que no iría. Que las mierdas en las que me metía, eran sólo mías.

Menos mal que mi madre se solidarizo, y decidió venir.

Domingo por la mañana.

El gordo estaba contentísimo. Se puso sus mejores galas. La camisa de las piñas, (todavía no había arreglado los jodidos botones, por lo que era más un top que una camisa) y unos jodidos pantalones piratas nike sport, porque según él, los del traje le van demasiado apretados, y la última vez ya se meo en la mano, porque no le dió tiempo a sacársela.

Lupín estaba más nervioso de lo habitual. No se estaba quieto. Y parecía tener alguna preocupacioón, de la que no quería hacernos participes.

El gordo tenía su propia teoría. Nada fiable obviamente.

"Creo que le han pillado robando salvaslips..."
"Que coño dices!?"

Sea por lo que sea. Era extraño no escucharle hablar. Y cuando te interesabas por él, respondía siempre con un: "Claro chaval, proque no voy a estar bien, eh!? eh!?",cosa que demostraba una actitud bastante defensiva.

Picaron al timbre. Faltaban diez minutos para las 14h.
El gordo se encargó de abrir la puerta.

"Hola..."
"Hola,...tu debes ser Oscar, no?"
"Eh?"
"Que debes ser Oscar, no?"
"..." (El gordo no respondía)
"El compañero de mi hijo,....luck!"
"..." (Seguía sin responder, y con aquella cara de imbécil que le caracteriza)
"Aquél de allí..." (Me señaló)
"..." (Nada, no había respeusta)
"..."
"Eso que llevas son croquetas?"
"Si..."
"Jajajaajajaja" (Comenzó a emocionarse como un loco)

Después de aquello, le plantó un abrazo de oso que por poco no convierte a mi madre en la señora potato. Cuando me acerqué corriendo a liberarla, el gordo pilló el tupper de las croquetas y se fue descojonándose hacía la cocina.

Senté a mi madre en el sofá mientras la pobre recuperaba la respiración.

"Ha querido matarmete hijo!! Ha querido matarme!!..."
"Que va,..lo que pasa es que es un poco tímido..."
"Que no! Que le he visto ira en los ojos!..."
"No, eso era por las croquetas..."

Desde ese momento mi madre entraba en tensión cada vez que el gordo estaba cerca. La putada es que es como los perros. Huelen el miedo. Pero a el le afecta siendo más imbecil de lo normal. Por lo que se situó cerca de mi madre, y comenzó a contarle historias para no dormir.

Que si lupín practica sexo anal con Rosa.Que si en su pueblo las croquetas las hacen de nesquick. Que si intentaron matarnos poniéndonos amoniaco en el desodorante.

A todo esto Lupín se metió en su cuarto. Hablaba por teléfono. Abrí ligeramente la puerta para escuchar lo que contaba.

"Da igual,....vente tu sola, que con que venga uno ya está...."
"Que coño me voy a avergonzar!...yo no me averguenzo de nada! Tu has visto que carita tengo madre? Yo embellezco las situaciones!..."


Tuve que cerrar, estuvo a punto de pillarme.
Llamaron una vez más a la puerta.
Esta vez fuí yo.
Eran los padres del gordo.

"Hola..."
"Mira,...este es el marica..." (Es lo primero que le comentó la madre al padre, al entrar)
"Que pasa chaval!? Así que prefieres escribir de pie, a leer sentado, eh?"
"..."
"No soy homosexual..."
"No pasa nada,...eso si, las manitas quietas con mi hijo, eh?"
"Seguro que le ha intentado magrear más de una noche..."
"Pasen por favor..."

Mis ganas de meter sus cuerpos en la bañera, y deshacerme de ellos con cal viva, iba en aumento.

Cuando el gordo les vió entrar, se giró rápidamente y salió escopeteado hacía su padre.
"PAPA!"

Este se lo quitó de en medio con un manotazo.

"Quita niño,...que dan el fútbol..."

Y se sentó en el sofá, saludando a mi madre que seguía superada por la situación, tila en mano.
"Señora..."

Para después agarrar el mando y preguntar si teníamos el plus para ver el fútbol.
"Me cago en la puta,...panda de indigentes..."
"Os pasáis el día viendo pornografia, cojones..."

Lupín salió al comedor. Seguía intranquilo. Era extraño verle así. Siempre se mueve como el espermatozoide imbécil que se despista por el cuerpo y acaba en un ojo.

Saludó a todos lo presentes y me pidió que le acompañase a su cuarto.

El gordo se sentó al lado de su apdre, en el respaldo.
Diciéndole todo el rato:

"Dale a la redonda! a la redonda! Ahora equis-triangulo..."
"Que cojones dices, zagal..."
"Es el truco para el dinero..."

"Estoy viendo la tv gordo,...anda mueve esa colchoneta que tienes por culo y pon la mesa..."

Pese a ser más basto que un chicle de paja. El padre del gordo parecía el más sensato de su família.

No como su madre, que le estaba dando la barrila a la mía, sobre mi tremendo y supuesto problema de homosexualidad. Mi madre parecía estar posando para la segunda parte del grito de Munch.
Me dirigí a mi cuarto, Lupín me esperaba allí.

"Que te pasa?..."
"Bueno,... veamos como te lo explico..."
"Tengo un pequeño problemita..."

"Di..."
"Como te lo diría..."
"Mi padre es un poquito especial..."
"Especial?"
"A que te refieres?..."
"Tiene un toque,...menos salvaje que yo..."
"Te refieres a que es una persona sin problemas mentales?"
"No te pases aladdín,...que esto es serio..."
"..."
"Mi padre es un poco más,...suave..."
"Más suave?"

"Quieres decirme las cosas de una puta vez? Tu padre es un oso amoroso o qué?"
"Pues,...más o menos..."
"..." (Creí haberle entendido)
"Tu padre es gay?"
"Digamos que desde que se separó de mi madre,...tengo dos madres..."
"Pero tu le has visto con otros hombres?"
"No por Dios! Eso no quiero verlo ni aunque me asegurasen 500 cópulas anales con las mejores nalgas de Venezuela!..."

"Entonces?"
"Es evidente,...hay cosas que se ven,...sólo hay que querer verlas..."
"Seguro que son paranoias tuyas..."
"No,...mi padre es más bien de paranois,...ya te lo digo yo..."

Regresamos al comedor con toda la troupe.

Mi madre había llegado una situación de desesperacion maxima.
El gordo estaba poniendo la mesa. Bueno, poniendo seobre ella sólo cosas que le gustaban. El tupper de croquetas, el bote de mostaza, nocilla, todos los powerades de la nevera, los phoskitos....

Una jodida mierda.

Mientras, su padre, sólo gritaba desde el sofá : "Maldita tv para invertidos!"

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